BIO

Juan Francisco Yoc  nació en la ciudad de Guatemala en 1960. Realizó de 1978-82, estudios de arte en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) de Guatemala. Emigró a España, país donde reside desde 1991.

Ha realizado más de treinta exposiciones individuales en Guatemala, España, Francia e Italia.

Ha sido maestro de dibujo en la ENAP y colaborado como ilustrador en varios libros y publicaciones

No es sólo la habilidad con la que maneja la línea y distorsiona la anatomía y la figura humana sino también la valentía y la sinceridad con la que proyecta su vida interior. Sinceridad de ser humano que resiente las infinitas presiones del mundo exterior y que admite, no sin cierta resistencia de su propio ser, sus deseos y sus impotencias, sus temores y sus angustias ante otros seres humanos, o mejor dicho que las expone ante ellos en dibujos que siempre son impactantes, pero que sólo son agresivas por lo que obligan reconocer. 

No es, sin embargo, un afán confesional lo que impulsa a Juan Francisco Yoc a dibujar de esa forma tan enérgica y obsesiva, sino que es la complejidad abrumadora de su experiencia existencial la que por sí misma desborda su auto comprensión y se manifiesta en imágenes que algunas veces son aparentemente absurdas como los sueños, otras, tiernas y transparentes como los deseos más puros, y otras más, oscuras e indescifrables como las pesadillas, pero todas y siempre cargadas de intenciones y significados. Esa necesidad del artista de expulsar imágenes es como una compulsión que se activa frente a cualquier superficie que pueda soportar los trazos afilados e impacientes por los que se manifiesta ese mundo interior urgido de expresión.

Pese a que surge de estados de conciencia tormentosos y de sentimientos e impulsos extremos y excesivos y que atestigua cierta degradación del espíritu humano, el dibujo de YOC no tiene intenciones edificantes y moralistas. Nacidos de un impulso espontáneo e irracional, sus trazos articulan descripciones y narraciones de personajes, escenarios y acciones que ciertamente son grotescos y hasta ofensivos, pero que funcionan como metáforas efectivas y certeras de una realidad apabullante. Ese mundo interno de YOC se formó lentamente en Guatemala, al calor de las fricciones familiares, sociales, étnicas, culturales, ideológicas que marcaron su infancia y su juventud en el marco de la guerra interna. Empezó a fluir en sus dibujos a partir de sus estudios en la Escuela Nacional de Artes Plásticas a principios de los años 80, distorsionando apenas el equilibrio académico, y alcanzó su coherencia temática, expresiva y conceptual en las duras batallas y experiencias por mostrarse en exposiciones en diversas galerías locales.

Luego, a partir de 1994, en Madrid, España, ese mundo interior y su carga de conflictos ejercitó intensivamente diversas técnicas de dibujo y pintura que le permitieron manifestarse no sólo con mayor fluidez sino también con mayor conciencia de su contenido y de sus orientaciones formales y, por consiguiente, con mayor fineza y diversidad en el manejo de los recursos expresivos de su lenguaje artístico. Sin duda, resulta contradictorio constatar un refinamiento en el hilo conceptual, formal, gráfico y pictórico que informa lo que podríamos llamar su obra de madurez, una madurez que en su caso significa la aceptación de su inconformidad y no la renuncia a su rebeldía.

Juan B. Juárez